Claror Cartagena - CEM Sagrada Família

Usuario de 8 años del centro y he decidido darme de baja antes del nuevo año: NO OS APUNTÉIS. He vivido varias reformas del centro y de lo único que se preocupan es de apretar más las cosas para que haya más gente apuntada. Mantenimiento pésimo y terrible. El personal es genial y muy majo, pero no compensa para nada esa buena atención vs coste, sobre saturación de usuarios, terrible mantenimiento (en especial de los vestuarios: dan auténtico asco como se puede ver en las fotos) y que se nota que les prima meter a más gente por encima de la calidad del servicio. Por otro lado en la última reforma se han gastado un pasta en dejar la entrada con un recibidor precioso para el postureo y vender más, pero parece que de lo básico que es la salubridad e higiene de los espacios compartidos... Eso como no se ve al momento de firmar, les importa poco.

Las instalaciones están bien, la piscina estaba limpia pero estaba muy llena a la hora en la que fui 10:15 de la mañana. No había control de las calles. La gente se metía en todos los carilles sin mirar si era carril rápido y lento y era algo bastante incómodo. Pero esto pasa en casi todos los lugares. Mala experiencia en los vestuarios no teníamos agua en las duchas y tampoco en las duchas de la piscina ni en el spa. Una pena pagar 10 euros para probar el gym y no poder disfrutar de todas las instalaciones que ofrecen. Creo que podrían valorar contactar con los clientes como por ejemplo mi caso para poder probar el gym y darnos otra oportunidad. El personal de recepción que me atendió a primera hora de la mañana era muy simpática, me ayudó en todo momento y me explicó todo genial. Muchas gracias,

Lo más importante que quiero resaltar de este centro en particular es el amor que pone todo el equipo y la profesionalidad para que cumplas tus objetivos. Me apunté para prepararme unas pruebas físicas aeronáuticas de natación y evidentemente gracias a el equipo pasé de no poder acabar la prueba a en solo 1 mes acabarla con relativa facilidad.

Soy usuario de la piscina y esta muy masificada. Demasiada gente siempre, carriles ocupados a veces con hasta 5 nadadores, acabas nadando tenso debido al trafico en tu propio carril. Sales del agua estressado. A mi juicio es algo inadmisible pagando la cuota mensual por este servicio. La cosa se agrava al no estar nunca operativos los 5 carriles Quedan cerrados a los abonados dos carriles dado que los usan para cursillos a los niños del colegio que esta al lado del centro deportivo. Entonces llega el caos, gritos de los niños, gritos de los monitores, nadar en un carril con cuatro personas mas, la musica a buen volumen del que aquagym, es como un parque de atracciones....... enfin que si buscas relajarte nadando puedes olvidarte. Hay que restringir el aforo y no admitir tanto abonado, organizar mejor el tema de los cursos y priorizar a los que pagamos cada mes una cuota que no es precisamente barata. Me consta ademas que la zona gym tambien esta muy muy masificada. Señores, pongan remedio porque el malestar es general.

Acabo de apuntarme, no se si las instalaciones serán las mejores o no, seguro que hay gimnasios mejores, pero la atención que he recibido hoy no puede ser mejor. Gracias Míriam por tu atención, gracias a la monitora de la piscina y gracias al personal de la sala fitness. Nos vemos pronto!!

Las instalaciones están bastante bien y se esmeran en conservar Lis espacios limpios, la piscina estupenda. No puedo opinar del gimnasio o kas máquinas. El personal muy atento.

El gimnasio suele estar abarrotado, con pocas máquinas y falta de variedad. En ocasiones, se esperan alrededor de 15 minutos para usar un equipo. Las clases como body pump, zumba y hiit son aceptables, pero al llegar, uno debe seguir el ritmo por sí mismo, ya que los profesores prestan poca atención; incluso me ha ocurrido que otros alumnos tuvieron que ayudarme. Mi principal preocupación radica en la posibilidad de hacer ejercicio de manera incorrecta y causarme daño. Además, es complicado asegurarse un lugar en las clases debido a la gran cantidad de personas. La dificultad se incrementa al tener que estar pendiente del móvil cada hora para inscribirse en una clase que ocurrirá 72 horas después.

La inutilidad suprema. Las puertas van con pulsera, el sistema se “cae” y además de que no tienen solución para el problema, no avisan a los usuarios (peor que no avisar previamente, dejan que estés intentando entrar en la sala sin tan siquiera explicar el problema). Envían emails para todo, menos para lo que es importante.