Diagonal DiR

Soy socia del DiR Diagonal desde 15 años y mis padres que viven en Suiza vienen de vez en cuando en Barcelona y han entrado ya varias veces al Dir Diagonal y tenían los datos en el sistema informático. Siempre fue difícil acceder al dir por el sistema informático lento y complicado pero ayer querían entrar a la piscina y le pidieron el pasaporte. Mis padres viajan con el documento de identidad Suizo y no le dejaron entrar. El director no fue nada amable. Me parece surrealista pedir el pasaporte para entrar en una piscina y no aceptar el documento de identidad Suizo. No me gustó nada el trato y la nueva normativa del pasaporte no tiene ningún sentido. Fue una gran decepción.

Me encanta asistir a este gimnasio. La amabilidad de la recepción, atención y resolución de dudas sobretodo de Jordi, es estupenda, acorde a la exigencia del club. Estoy encantada con las instalaciones, lo único que deberían renovar las baldosas de la piscina pues están muy dañadas y se nota que el interior está un poco dejado.

Aclaro que solo puedo hacer AquaGym porque tengo artrosis de cadera y que si falto a AquaGym a mi me genera un retroceso al punto de no poder caminar. Dicho esto, paso a comentar que desde febrero hace frío en todos lados. El agua de la piscina está fría, en el sector piscina hace frío, el agua de las duchas sale fría aún habiendo puesto el regulador de temperatura al máximo y en el vestuario también hace frío. Yo sinceramente no sé si tiene que ver con el tema del ahorro del agua porque desde que clausuraron la mitad de las duchas pasan estas cosas. Tal vez es una estrategia para que nos enfermemos y no vayamos y sigamos pagando o para que no nos duchemos más ahí. Sea lo que sea yo pago y bastante como para que pasen estas cosas, si no directamente clausuren todas las duchas y listo, pero eso si, bajen los precios.

Llevo alguno años como cliente de este gimnasio y todavía a día de hoy me sorprende lo mal gestionado que está. El personal de recepción y el director del centro, el Sr Juan, son incapaces de ofrecer una buena atención al cliente. He leido varias quejas al respecto y me sorprende que no hagan cambios. La limpieza también deja que desear, el viernes pasado en una de las máquinas alguien dejó un lata de coca-cola vacia y hoy lunes la misma lata sigue ahi...y como eso más cosas. Creo que este gimnasio tiene mucho potencial y es una lástima la mala gestión del mismo.

Muy contento con el trato que he recibido en recepción por parte de Laura en recepción siempre que lo he necesitado. Llevo unas semanas mareándola con dudas y cambios en mi ficha y siempre he me ha respondido de la mejor manera. El gimnasio tiene buenas instalaciones, equipación de todo tipo y salas con actividades dirigidas.

Para el hecho de que pago 63 € cada mes aquí, algunos empleados me resultan demasiado descarados. Este es uno de los gimnasios más caros de la ciudad y tengo que ser expulsado de la máquina por el entrenador jefe y luego escuchar que no puedo usar ciertos equipos???? ¿Y además en un tono muy poco amigable y agresivo? ¿Qué es esto, por favor? ¿No saben cómo tratar a los clientes que pagan bien? Después de una conversación así, ¡no dan ganas de volver a este gimnasio! Así que en resumen: ¡Súper caro y súper antipático! No volveré allí. ¡Qué desmotivante!

Quiero compartir mi experiencia reciente en el gimnasio. Hoy me olvidé de mi pulsera de acceso y tuve que comprar otra para entrar. Fue un inconveniente, pero entiendo que es mi responsabilidad cuidar mis pertenencias. Sin embargo, lo que sucedió a continuación fue aún más frustrante. Mientras estaba corriendo en una de las máquinas de correr que estaba vacía, un instructor que estaba dando una clase se me acercó y me informó que tendría que abandonar si no asistía a su clase. Me sorprendió, ya que no estaba interrumpiendo su clase y había varias máquinas de correr vacías disponibles. Creo que como socio de prestigio con más de 10 años de antigüedad, debería haber recibido un mejor trato. Espero que en el futuro, los instructores sean más comprensivos y se aseguren de que los socios se sientan valorados y respetados en el gimnasio.

El peor gimnasio de mi vida. Soy una señora de setenta años , que frecuento academias desde hace 40 años. Tengo doble ciudadania, brasileña/italiana, y resido en Barcelona desde 2008. Para mi fue muy constrangedor la manera como fui tratada en el gimnasio por una persona empleada del area administrativa. Una vez que me fue denegado el aceso por la puerta eletronica, contate con el personal de la recepcion, donde despues de acceder a mis datos en el ordenador, la empleada me comento que no podia entrar a las instalaciones ordenando que volviese al dia seguinte devidamente documentada con mi pasaporte. Tuve que marcharme a mi casa sintiendome humillada y rechazada como um perro….