Piscina Municipal de Castellbisbal

Piscina municipal limpia y amplia, bar con variedad de platos y buenos precios. Como punto negativo: a media mañana llegan todos los niños de los casales y empiezan a saltar de bomba corriendo y a lo loco sin mirar, los socorristas no les dicen NADA, sus monitores menos...

La piscina municipal que no ha hecho reforma ni ampliación a pesar que cuando se construyó seriamos 3.500 habitantes y ahora seremos unos 12.700. No dispone de piscina para bebés, lo cual hace que aunque le pongas 4 flotadores el bebé traga agua porque no hace pie en ningún lado. El césped está quemado y han puesto solo una tira de césped artificial en el cual es imposible poner una toalla ya que han reducido a un tercio el espacio disponible para toallas y la gente se agolpa entre césped y cemento. En el agua no hay espacio suficiente para un baño de calidad, está masificada, es agobiante. Tampoco dispone de toboganes de agua que hace el baño más divertido a los niños. En el vestuario no hay cambiador de bebés y para las mamis se hace muy incómodo. El ayuntamiento debería plantearse una ampliación de la piscina municipal o la construcción de otra para dar un buen servicio a la población. Hasta que no cambie no volveré, he pagado 4,50€ y en media hora me he ido del agobio.

Se queda muy pequeña para todos los que vivimos en castellbisbal y podrían bajar un poco más el precio ya que no es muy grande y son piscinas corrientes

Césped en un ínfimo trozo de la piscina, Un bar extremadamente pequeño para la capacidad de la piscina. El socorrista brilla por su ausencia. No me gustó nada

Muy amplia,limpia buen ambiente familiar,los vestuarios amplios limpios,los chicos del bar atentos ,buenos precios ,repetire

Piscinas pequeñas para la gran masificación de gente, la entrada muy cara, la piscina grande no es adecuada para personas bajitas, si quieres tocar suelo tienes que estar en el bordillo, es decir, los días de mucha gente los bordillos están llenos porque no haces pie en lo menos profundo.

El césped está peor cada año. No puedes estar en la toalla sin que te invadan las moscas, te suban las hormigas o te piquen los mosquitos. Por no hablar de los pinchos que se te quedan luego pegados a la toalla. El espacio sigue siendo el mismo desde que se construyó a pesar de que el pueblo tiene el doble de habitantes lo que sigbifica que los días que hay mucha gente no encuentras sitio para entrar al agua. También hay que tener cuidado con el suelo porque como camines con los pies mojados resbala mucho. Por último el bar que no termina de dar con unos propietarios competentes desde hace tiempo.

Piscinas amplias, tanto la grande como la de los pekes. No suele haber mucha gente hasta aproximadamente las cinco de la tarde en verano. Zona amplia de césped, vestuarios grandes con duchas de agua tibia. Hay un bar donde se puede tomar de todo y comer cosas sencillas. Está algo sucio a partir de las cinco de la tarde, pero la verdad es que es muy agradable y el servicio muy simpático. Los precios son más bajos si estás empadronado en la ciudad. No son excesivos, pero sí el fin de semana en mi opinión. Eso sí, tienen unos socorristas que no pierden de vista las piscinas en ningún momento.